LA EXPERIMENTACIÓN FETAL: LOS “NEOMUERTOS"

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En 1992 ocurrió algo terrible en el Estado de Florida. Una niña, conocida como Baby Teresa, nació anencefálica, es decir sin cobertura craneal y por ello, condenada a una muerte natural. Pero los médicos no quisieron esperar a que muriera y decidieron extirparle los órganos ANTES de morir. Desde ese día existe una nueva categoría científica de seres humanos: los “neomuertos”. La inventaron los científicos para justificar su “investigación”. A partir de entonces, se pasó a considerar legalmente muerto a un ser humano que no tiene posibilidades clínicas de vivir, aunque aún esté con vida. Los neonatos con malformaciones graves que se consideran incompatibles con la vida, como la anencefalia, o los niños abortados que han sobrevivido al aborto (algunos de más de 7 meses) son considerados ahora, científicamente, como “neomuertos”. Como el niño abortado está legalmente muerto, aunque esté vivo, los médicos pueden hacer con él experimentos que no pueden hacer normalmente con un ser humano vivo. Le pueden extirpar órganos en vida, y cualquier otra experimentación científica. Le pueden extraer, en vida, la masa encefálica para inyectársela a enfermos de Alzheimer, o el corazón, para transplantárselo a otro bebé al que sus padres sí han deseado. Según algunos científicos no son más que basura biológica sin ningún valor fuera del experimental, pues no tienen “personalidad jurídica”, según el dictamen del Tribunal Constitucional en sentencia del año 1999.

                En tiempos de Hitler también se consideró que algunos seres humanos no tenían categoría de “personas”: los judíos, los minusválidos, los disidentes... y por ello, no era un crimen matarlos o torturarlos. Igualmente ha ocurrido y ocurre en todos los regímenes totalitarios del mundo (comunistas ahora), en mayor o menor grado.

                Hoy en día, en los laboratorios de las universidades y de los centros de investigación de todo el mundo “democrático” también se considera que algunos seres humanos no son personas y por ello, se les puede usar para experimentación. La ciencia actual va más allá de lo que se atrevió a hacer con Hitler: experimenta con tejidos y órganos de seres humanos ¡VIVOS! Así lo ha confirmado el Dr. Samuel Cohen, Presidente del Departamento de Patología y Microbiología del Centro Médico de la Universidad de Nebraska (U.S.A.) en su declaración ante el Congreso de los Estados Unidos el pasado 9 de marzo. Citamos algunos párrafos de su exposición que podrá encontrar también en: www.vidahumana.org/vidafam/expfet/trafico.html

                “El tejido fetal se ha convertido en el principal punto de apoyo del proyecto del genoma humano y de los desarrollos revolucionarios de la genética molecular que prometen desarrollar nuevas terapias... Una línea celular (MRC-5), que se obtiene de un feto abortado, se usa rutinariamente en la práctica clínica en todo el mundo para el cultivo viral.” Estas células fetales se denominan células germinales.

                Para quien tenga dudas de cómo se obtiene este tejido fetal, veamos las declaraciones de un “técnico de extracción de tejido” de una clínica abortista, el Sr. Alberty:“Lo que me hizo cambiar de opinión (y declarar) fue el ver los abortos tardíos, el ver sus ojos mirándome cuando les rompía el cráneo para extraerles el cerebro para los pacientes de Parkinson o Alzheimer, o cuando les abría la cavidad pectoral y me encontraba con un corazón latiendo lentamente hasta que paraba, mientras yo intentaba drenarle la sangre, que era para los investigadores....”“O el ver a dos mellizos en un recipiente de metal cubiertos de sangre, moviéndose y respirando... Noche tras noche soñaba que los mellizos estaban siempre allí. Corazones que latían y los gritos de las madres cuando sacaban a los bebés de sus cuerpos.”

                Otra “técnico” con el pseudónimo de Kelly narraba al Congresolo siguiente: “Un día, mientras estaba trabajando, nos trajeron un par de mellizos de 24 semanas de gestación en un recipiente. Ambos estaban vivos. El “médico” (abortista) regresó y dijo: ‘Le traigo unos buenos especímenes, son mellizos’. Yo lo miré y le dije: ‘¡Pero si se están moviendo! No quiero saber nada de esto. Esto no está en mi contrato.’ Le dije que no participaría en matarles, conque tomó una botella de agua y la vertió en el recipiente hasta que el líquido subió hasta las bocas y las narices de los fetos, dejándolos que se ahogaran. Salí de la habitación porque no quería ver aquello.” Pero Kelly regresó y los disecó una vez muertos. Dijo: “Entonces decidí que eso estaba mal...” Pero ocurrió una y otra vez “A las 16 semanas y a veces hasta las 30 semanas, nos traían bebés que habían nacido vivos. Entonces el médico les partía el cuello o los golpeaba con unas tenazas hasta que morían.”

                Esta misma noticia - descafeinada, claro - saltaba a la Prensa españolael jueves 11 de mayo y era comentada por un escandalizado Luis Herrero en su programa del día 12 en la COPE: casos de niños “prematuros” en el hospital de Brighton, Inglaterra, a los que extraen el corazón, aún latiendo. Es lo mismo... en todo el mundo... un gran negocio para los vampiros de la humanidad.

No tienen bastante con “ganarse la vida” a costa de la masacre de millones de niños abortados todos los años (50 millones según datos aproximados de la O.N.U.), al suculento precio de 50.000 ptas. por aborto, 20 al día, 7 días a la semana (¡hasta el día de Nochebuena!). Ahora han ideado otra manera de seguir explotando su negocio: el tráfico de tejidos y órganos de bebés abortados.... ¡aunque estén vivos! El volumen de este negocio es tal que una sola de estas empresas llamada “Fundación del Regalo Anatómico” obtiene ¡1.500 al día! y su venta es a TODO EL MUNDO. Los letreros de las cajas en las que viaja (por mensajero) este tejido y órganos dicen: “TEJIDO FETAL FRESCO obtenido y enviado a petición... donde quiera y cuando quiera.”¡!

Y ahora nos preguntamos: ¿¿ocurre esto también en España??

                Según datos del Ministerio de Sanidad sobre I.V.E.s (“interrupción voluntaria del embarazo”) en España se realizaron, en el año 1998, 726 abortos de más de 21 semanas de gestación, de los que 15 fueron abortos por cesárea (histerectomía o histerotomía) y en otros 174 casos no consta el procedimiento (¿!) (debemos recordar a los lectores que en España es legal el aborto durante todo el embarazo, en el supuesto de “salud materna”). Los abortos por cesárea implican que el niño nace vivo y ¿qué hacen con él? Antes se le dejaba morir de frío y hambre o de otra manera. Las matronas del hospital mallorquín de Son Dureta tuvieron que hacerlo muchas veces hasta que llevaron su objeción de conciencia -que la ley no contemplaba- hasta el Tribunal Supremo, ganando para ellas y para todas las matronas de España este derecho constitucional que se sigue negando a las enfermeras y se quiso negar hasta a los médicos, con el infame 4º supuesto del aborto.

                Así estamos en España... que se sepa. Pero lo que no se sabe es fácil de suponer a la vista de la información anterior y de la noticia que el 4 de abril lograba titulares de la prensa: “El Gobierno del Reino Unido permitirá la clonación humana con fines terapéuticos” y en un recuadro referido a España: “Hay que empezar a abrir la mano”. Este “abrir la mano” significa poder experimentar legalmente con los embriones congelados fruto de la fecundación in vitro... y digo “legalmente”, porque ilegalmente ya se está haciendo.... y es de todos sabido y hasta “declarado”. En unas Jornadas en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid el año 1999, el Presidente de esta institución afirmaba desafiante: “Los científicos nunca han investigado ni nunca investigarán con el B.O.E. en la mano”. Pasan de la ley. Están por encima de ella. Se creen dioses y se sienten con derecho a todo... hasta a crear monstruos llamados “quimeras”, fruto de la unión de embriones ¡con animales!

                Ese es el mundo en el que vivimos, y el que toleran y apoyan nuestros gobernantes.... y una sociedad que no sabe y no contesta... por ahora.