Esterilización por vasectomía o ligadura de trompas:

            Consiste en ligar, quemar o cortar los conductos aferentes del hombre (vasectomía) o las trompas de la mujer (salpingectomía), por los que el espermatozoide llega al óvulo para fecundarlo. Su Tasa de Efectividad Real* es del 99'7% pero, en la mujer, puede dar lugar a embarazos extrauterinos o ectópicos que ponen en peligro su vida. También puede ocasionar cambios en la respuesta hormonal y en el ciclo menstrual, ardores intestinales por la electrocoagulación, perforaciones uterinas, intestinales o de vejiga y rasgaduras de las Trompas de Falopio.

            En la mujer, son procedimientos irreversibles o difícilmente reversibles, que pueden causar problemas psicológicos y de pareja en el futuro si se desea tener un hijo. Sus riesgos son los de cualquier intervención quirúrgica: anestesia, hemorragia e infecciones.

            En el hombre, existe un riesgo significativo de litiasis urinaria (piedras en tracto urinario), cambios immunológicos y tumores en los testículos. Otros riesgos menores son: hematoma, infección, granuloma y epididimitis.

            Aunque la vasectomía, en teoría, es reversible, esto depende de varios factores: el tiempo transcurrido hasta su restauración, la fertilidad de la esposa y el método de vasectomía utilizado. Los estudios indican que se obtienen embarazos en un 50% de los casos de reversión.

            Existen también dispositivos para la vasectomía reversible como los tapones, las válvulas intravasales, los clips en la superficie externa del conducto, productos químicos e hilos intravasales.

            La esterilización es un procedimiento de control de la natalidad que está siendo impuesto por la fuerza en varios países tales como la India y China (después del primer hijo). En este último país también se impone forzosamente el aborto a las mujeres que tengan un segundo embarazo.

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* incluye la probabilidad de fallos del método y del usuario.